Fan fic de Dragonlance

Cap I

''Pii pii...pii pii...pi...''

El ruido del despertador cesó, ahogado por una manaza. Bajó la mano y, con ella, se quitó de encima el pesado edredón. Bostezó, restregándose los ojos. Con la palma abierta, la figura comenzó a tantear a su alrededor, y dio por fin con lo que buscaba. Abrió pesadamente los párpados y bajó por la escalera de la litera. Apenas distinguía nada con esa molesta vista borrosa. A tientas, llegó hasta un armario, al fondo de la habitación. Al lado de éste había un interruptor y lo pulsó. Pestañeó repetidas veces hasta que consiguió acostumbrarse a la luz. Oteó la cama que había debajo de la suya y la vio vacía. Se encogió de hombros y abrió el armario, buscando entre las perchas. Por fin dio con lo que buscaba...¡el uniforme!

Con la ropa colgada del hombro, se dirigió al baño para ducharse y cambiarse. Al cabo de media hora salió, mesándose el corto pelo marrón, y volvió a la habitación para dejar el pantalón del pijama. Los dioses saben dónde quedó la camisa. Suspirando, sus pasos le guiaron hasta la cocina. Una vez allí, se encontró con otra persona. Tenía el cabello blanco y largo y, al alzar la vista, se distinguieron unos iris dorados y unas pupilas con forma de reloj de arena. Dejó de dar vueltas con la cucharilla al...este...¿café...?, y alzó la mano en forma de saludo.

- Buenos días, Caramon.

El llamado Caramon sonrió y le saludó.

- Sí, buenos...-comentó al de un rato- No he hecho los deberes de biología que mandaron para verano. ¡No hay manera! ¡No los entiendo! ¡Podrías haberme ayudado, Raistlin, que a ti sí que se te da bien!

Raistlin hizo rodar sus áureos ojos, suspirando. Terminó de desayunar y dejó la taza en el fregadero. Se apoyó en la encimera con los brazos cruzados, y alzó una ceja.

- ¿Me estás diciendo que no sabes cuáles son las funciones de cada aparato o sistema del cuerpo? No me lo creo. Ni siquiera tú eres tan tonto, Caramon.

- ¿Cómo que ni siquiera yo soy tan tonto? ¡Que se me dé mal biología no significa que sea idiota!

- En ningún momento he dicho idiota. Yo he dicho tonto.

Iba a reprochar cuando otra persona se silueteó en el umbral de la cocina. Era una chica de la misma edad que los otros dos. Tenía unos ojos pardos y un cabello corto y rizado de color negro como el ónice. También ella llevaba uniforme. Se llamaba Kitiara, y era la hermanastra de Caramon y Raistlin.

- Hola, Kit-saludó el primero.

Raistlin la saludó con la cabeza. Al poco rato, salió de la habitación, seguido de Caramon. Ambos se dirigieron al cuarto.

Ya estaban los tres en la calle, frente a su casa. El moreno miró su reloj, preguntándose dónde diablos estaría...

-¡¡Hola!! ¡Siento llegar tarde, pero...!

-Ahórranos las explicaciones, vamos a llegar tarde-le cortó Raistlin, seco.

-Claro, cómo no...-dijo el nuevo integrante del grupo.

Se llamaba Tasslehoff Burrfoot, y era un kender. No medía más de metro veinte, tenía el cabello marrón oscuro atado en una coleta alta y unos ojos castaños, grandes y expresivos. La mochila parecía demasiado pesada para él, pero la llevaba sin problemas. Sonriente, se situó al lado de Caramon. Al cabo de unos segundos, estaba escuchando música en un I-Pod que había acabado misteriosamente entre sus manos.

Siguieron andando hasta que llegaron a un enorme edificio alvino. Lo rodeaba una enorme valla blanca, y las puertas principales estaban ya abiertas. Un sendero de piedra llevaba hasta la puerta de la mole, y a mitad de camino había una gran fuente. Alrededor del camino se alzaban flores primorosamente cuidadas. Varios estudiantes traspasaban la entrada para asistir al primer día de instituto. Tas distinguió entre ellos a un adolescente de cabellera roja, al igual que la perilla. El kender se puso a gritar, llamando la atención de todos cuantos le rodeaban y que, instintivamente, se llevaban las manos a los bolsillos -poco les importaba que Tasslehoff les robase los libros del colegio-. Abriéndose paso entre la gente, consiguió llegar hasta el pelirrojo.

-¡¡¡Taaaaanis!!!-volvió a gritar.

El aludido bajó la cabeza y miró al kender. También él inspeccionó sus bolsillos. Ceñudo, le miró.

-Tasslehoff...

-Dime, Tanis.

-Mi cartera...

Tas se llevó la mano hacia uno de los bolsillos de su pantalón, sacando una cartera negra.

-¿Ésto es tuyo? ¡¡Ten más cuidado, caray, cualquiera podría robártela!! Menos mal que estaba yo aquí...toma, y ya sabes, ten más cuidado-le riñó.

Tanis hizo rodar sus ojos, y sonrió. Al poco rato aparecieron Caramon y Raistlin. Tras el pequeño momento del reencuentro, de cariñosos saludos tras haber estado sin verse...nada menos que...¡¡tres meses, wow!! (Raistlin NO ha saludado cariñosamente a nadie, que quede claro) escucharon unas voces femeninas, en la distancia. El moreno se giró y vio a lo lejos a tres chicas de su misma edad. Una era rubia, de larga cabellera lisa. Otra tenía unos bucles de un brillante color rojizo. La tercera, que no intervenía en la conversación, tenía el cabello negro y liso enmarcando su rostro. La pelirroja empezó a reirse, y abrió sus grandes ojos verdes. Y se toparon con los ojos pardos de Caramon. Lanzó una exclamación y fue hacia el grupo, seguida por la rubia. La última pocas ganas tenía de correr a esas horas de la mañana.

-¡Tika!-exclamó Caramon cuando la joven llegó hasta ellos- Vaya, no has cambiado nada.

-Han pasado tres meses, ¿qué esperabas? ¡Ni que tú hubieses cambiado! Sigues igual que siempre.

-Ya, bueno...Hola, Laurana-la saludó-. Hola, Crysania.

Ambas respondieron a su saludo, al unísono. Se miraron y sonrieron. Ya reunido el séquito, entraron en el edificio.

Por dentro parecía más grande que por fuera. Pero eso suele pasar con casi todo, ¿no? En fin. Las paredes eran de color blanco grisáceo, y las baldosas del suelo (sí, baldosas, nada de madera en los pasillos) eran de color negro. Al fondo del todo había una escalera que conducía al piso de arriba, donde estaban las clases. Antes de llegar a la escalera, a la izquierda, había otro pasillo oscuro, largo y estrecho, que conducía a los baños. Solo los kenders los utilizaban. Volvamos de nuevo a la escalera. Subiéndola se llegaba al segundo piso de la mole. Había puertas tanto a la izquierda como a la derecha, y al no haber ventanas, el corredor parecía un tanto sombrío. Pues bien, vamos a la clase de 3º E.S.O (ja, nadie se esperaba que fuesen a ese curso, ¿¿eh?? Mwajajajajajaja). Ya en la clase, había un hombre alto, de cabello castaño con algunas canas, gafas y una ropa ''muy elegante''...¬¬.... Se llamaba...eh...Nadie sabía cómo se llamaba, y punto. Profesor, sin más. Sonriente, se situó al lado de su enoooorme mesa y esperó, de brazos cruzados, a que entrasen sus alumnos. A su lado, se encontraba una joven de largos cabellos dorados y plateados, de claros ojos azules. Ya cuando estuvieron todos sentados, el profesor la presentó.

-Hola, queridos alumnos (jaja qué ironía). Bueno, seguro que os estaréis preguntando que quién es esta bella dama. Su nombre es Goldmoon, y como es nueva, alguien tendrá que encargarse de enseñarle las normas, las que vosotros no cumplís. Puede que ella sea la primera persona de este mundo y parte del otro que las cumpla. Por favor, -dijo, girándose hacia ella- siéntate.

Goldmoon asintió y se sentó en el único sitio libre que había, al lado de Raistlin. Éste se frustró al instante, no le gustaba que la gente se sentase a su lado, con lo bien que se estaba solo, ignorando la estupidez de los demás. Nadie, nunca, osó sentarse a su lado. Todos sabían que le molestaba, y Goldmoon se dio cuenta cuando le saludó y él hizo caso omiso a su saludo. Estaba enfurruñado, como un niño pequeño. No se había puesto a patalear porque su ego se lo prohibía, que sino...

-No te preocupes...¿Goldmoon? Sí, Goldmoon. Raistlin es así con todo el mundo-le dijo Tas, que se sentaba delante suyo-. Enseguida te acostumbrarás. Por cierto, soy Tasslehoff Burrfoot-le tendió la mano, que fue estrechada suavemente.

Goldmoon se reclinó en su silla, incómoda. Raistlin le daba escalofríos. Daba más miedo que uno de esos payasos diabólicos que salían en las películas (y ya es decir...). Pero no había otro sitio libre. De pronto, la puerta se abrió y entraron un par de personas cargando con dos pupitres y dos sillas, que pusieron al otro lado de Raistlin (jajajajaja va a estar rodeado xDD).

-Este...y os estaréis preguntando que qué se supone que hacemos...-dijo uno.

-Pues es que acaban de llegar un par de alumnos nuevos...-añadió el otro- Lo que no entiendo es cómo no teníais las mesas suficientes...En fin...

-¿Dos más? A mí me dijeron que era solo uno, y, bueno, aquí está-dijo el profesor, extrañado-. ¿Y cómo sabíais que faltaban dos mesas?

Ambos se encogieron de hombros.

-Sabiéndolo, ¿qué importa? Bueno, nosotros nos vamos.

Los dos se fueron, rápidos. El profesor salió al pasillo y allí vio plantados a dos jóvenes, algo nerviosos, sin saber qué hacer.

-Pero pasad, hombre, no os quedéis ahí parados. Por cierto, me tenéis que decir vuestros nombres.

La pareja entró (waaa no son pareja eh!!) y se quedó quieta, como si hubiesen echado raíces ahí mismo. El de la derecha era algo más bajo que el otro, de melena lisa y negra, y unos ojos rasgados de color verde. El de la izquierda era altísimo, de cabellera marrón oscura al igual que sus ojos. (jaja me supongo que sabréis quiénes son...¿no?)

-¡Pero presentaos, caray!-exclamó el profesor.

-Yo...me llamo Dalamar...-dijo, cortado, el más bajo.

- Y yo Riverwind.

-¿Veis? No es tan difícil...Sentaos, por favor. Este...Raistlin, ya lo siento pero...parece ser que este año te ha tocado estar rodeado...

Raistlin le lanzó una mirada furibunda. ¿Cómo osaba burlarse de él de esa forma? ¿Cómo, eh, cómo? El profesor se calló y se sentó en la silla. Pero enseguida se levantó. Se puso a escribir en la pizarra el horario que tendrían ese curso y todas esas idioteces que se escriben el primer día. Apuntó en la lista los nombres de los dos nuevos que habían aparecido de la nada y se puso a explicar cómo eran las normas (todos los cursos son iguales T.T), la manera que tenía de hacer los exámenes, de corregir y demás...

-Y con esto-dijo al cabo de un rato- acabamos con las explicaciones. Bueno, mis clases serán las de matemáticas, biología y geología, física y química y tecnología (las más complicadas, vamos)...¡Oh, y la de tutoría, claro! Elistan (jajajajajajajajajajajajajajajajaja) os dará religión (qué raro) y ciudadanía. Astinus os dará historia y lenguaje (se veía venir...) y...otro profesor (sin nombre también) os dará plástica y gimnasia. ¿Qué os parece si ahora que ya hemos terminado de explicar todo nos ponemos a repasar?

Todos los alumnos lo fulminaron con la mirada. Eso era una mala idea. Nadie en su sano juicio (y, vamos, ni aunque estuviese loco) querría dar clase el primer día...bueno, ni el segundo ni el tercero, pero...pero el primero...el primero no, por favor. Eso era una injusticia injusticiera, era (como diría Steel -el del tuenti- xDDD) un...¡¡un sacrilegio!! Pero al profesor poco le importaba, como él era el que daba clase y no el que la sufría...

Se dio la vuelta para empezar a escribir un ejercicio en la pizarra, y de pronto...una mochila voló...y esa mochila voladora fue a caer a la cabeza de cierto profesor...que se dio también con la pizarra por el impulso y se tragó la tiza. Mientras tosía, se dio la vuelta y pasó una mortífera mirada hacia sus alumnos.

-¿Quién ha sido?-preguntó cuando pudo hablar de nuevo- Bien, como veo que tenéis pocas ganas de hablar, os quedareis todos castigados durante todos los recreos del primer trimestre.

-¡¡¡Ha sido él!!!-gritaron al unísono, señalando al pobre chaval que había tirado la mochila.

-Entonces el castigo se reduce a uno-dijo, sonriendo-. Ahora, seguiré copiando el ejercicio, y como alguno de vosotros cometa algún acto parecido al de vuestro amigo, prepar...

-¡¡Mirad, chicos!!-gritó Caramon, asomándose a la ventana- ¡¡Mirad qué hay en el patio!! ¡Son...son conejos! ¡Mira, Raist, conejitos!

Y ahí fue cuando la paciencia del susodicho Raistlin se agotó. Vale que tuviese que soportar a la nueva. Vale que tuviese que soportar a los otros dos nuevos. Pero que su hermano le dijese ''¡Mira, Raist, conejitos!''...eso ya no valía.

-¡¡Estoy hasta las narices de todos vosotros!! ¡¡Harto, hartísimo!! ¡¡Me voy, no aguanto ni un minuto más aquí!! ¡¡No os soporto, a ninguno de vosotros!! ¡¡Tú-le dijo a Caramon-, cómete a tus estúpidos conejos y déjame tranquilo de una vez!! ¡¡Y vosotros tres-les señaló a los nuevos- cuando vuelva -si es que vuelvo- quiero ver vuestras mesas a un millón de años luz de la mía, ¿queda claro?!!

Y, dicho esto, se fue de clase. Todo el mundo se quedó en silencio, mirando a Raistlin yéndose. Cerró la puerta de un portazo que sonó incluso en Solace (imaginaos lo que debe de sonar en esa clase...todos sordos xDD Este...por si no lo había comentado antes, están en Palanthas).

-Ya volverá-dijo Caramon.

-No sé yo...-añadió Tika, mirándole.

-Sí, ya verás como vuelve. Se ha olvidado de coger el móvil, que está en la mochila.

Y, en efecto, volvió. Pero para coger el móvil, como dijo Caramon. Y se fue de nuevo, sin ninguna intención de volver.

-Y también volverá, en breve, para coger las llaves de casa.

Y así hizo. Ahora sí que sí, no tenía ninguna intención de volver, al menos lo que quedaba de día.

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Wiii!! Aquí acaba el primer cap xDDD Sí, ya sé que es corto, pero la inspiración ha hecho las maletas y dudo que me visite en varios días. Hale, os toca esperar hasta que suba el segundo mwajajajajajajajajajajajajaja!! (aunque no lo creáis, el mwajaja...es una risa mala malísima...) ¡¡Os aviso, con menos de 3 coments NO SUBO!! Owó, que una necesita saber si valoran su trabajo!!!

Jajajajaja me encanta, ya te he comentado las partes que me han hecho gracia!
En serio, esta muy bien, te ha quedado genial^^ Y lo de que esten en el instituto es muy original

Espero con ganas el segundo capitulo!! ^^

PD: Mi Tas que salga mucho mucho mucho ok?

Si, Tas saldra mucho xDD

Graciaaaaaaaaasss!!!

Meee encanta!!!!Esta muy chulo!!!!que majos debian de ser de pequeños .Bueno, todos menos Raistlin, que ya era un poco borde por aquel entonces, y da mas miedo que un payaso!!!
Mira,Raist,conejos!!!!
Espero con impaciencia el siguiente capitulo!!!!

Cap II

- Caramon, ¿tu hermano tiene alguna intención de volver?-le preguntó el profesor.

-No, por el momento. Pero mañana vendrá como si nada.

El profesor asintió y siguió copiando en la pizarra el ejercicio (sí, todavía lo está copiando xDD). Justo cuando iba a terminar de copiar, sonó la molesta sirena que anunciaba el final de la clase. Pero eso no le detendría, él seguiría copiando porque todavía quedaba otra hora antes del recreo. Y...¡exacto! Esa hora era también con él. (Tengo que pensar un nombre...no le puedo estar llamando toda la vida ''profesor'' ''él'' ''el estúpido de las gafas...''...)

-Bien-se giró-. Alguien tendrá que salir. Veamos...¡Ajá! Caramon, a la pizarra.

-¿Qué? ¡¡Ni hablar!! ¡¡No, no saldré a la pizarra!! ¡¡No sé hacer eso!! Manda a Tanis, que es el listo de la clase, a mí déjame tranquilo.

El estúpid...Digo, el profesor alzó una ceja y se apoyó en la mesa. (¿Por qué cuando alguien alza una ceja se tiene que apoyar en algo? ¿Es que la ceja le derriba o qué? ...en fin...)

-Caramon, a la pizarra. No lo pienso repetir.

Instantáneamente, el aludido se levantó. Era o salir, o hacer una hoja de cien (sí, cien, como en mi clase xDD) ejercicios. Se quedó plantado en frente de la pizarra, con la tiza en la mano. ¿Por qué era tan difícil eso? ¿Quién iba a entenderlo? ¿Quién en su sano juicio sabía pasar esas cosas al S.I? Suspiró, sin saber qué hacer. El profesor le miraba fijamente, sin pestañear. Sin duda, se estaba cachondeando de él. Sabía de sobra que no tenía ni idea de esas cosas.

-Bueno, ¿piensas hacer algo antes del fin del mundo? Si no te importa, ¿podrías esperar cinco minutos? Quiero ir a coger palomitas, como en el cine. Esto tiene para rato.

Sin duda, se estaba riendo de él. No solo el profesor, también toda la clase. Veía cómo Tanis giraba la cabeza mientras le temblaban los hombros, y cómo Tika, Laurana y Crysania se tapaban la boca con la mano, mirándose entre ellas. Tasslehoff no era tan cuidadoso, ya que se reía a pleno pulmón, tirado en el suelo. Lo peor era Kitiara, que se debatía entre reírse o tirarle el pupitre a la cabeza de lo tonto que era. Pero lo peor de lo peor era que ya no podría ''imponer'' respeto ante los nuevos, que le miraban con cara de ''¿Éste es tonto o se tira piedras?''. Suspirando, dejó la tiza en la...cosa esa donde se dejan las tizas...

-No sé hacerlo.

-Créeme, Caramon, nos hemos dado cuenta todos. Veamos, ¿quién sabe hacer esto? A ver, Dalamar, enséñanos lo que sabes hacer.

Dalamar se levantó, temblando. Pero ese pequeño párkinson se le pasó rápido, y fue sustituido por una asquerosísima seguridad (mentira, fue sustituido por una asquerosísima superioridad). Parecía que te escupía cuando te miraba. No se dignaba a mirarlos más de media milésima de segundo, y en una de estas, al no querer mirar a esa escoria que estaba sentada, se comió una mochila y se cayó de bruces. Su ego por los suelos...como él. Todos estallaron en carcajadas y, cómo no, Tas se volvió a caer al suelo y se revolcó, riéndose a más no poder. Dalamar se irguió, con fingido orgullo, y se encaminó de nuevo a la pizarra. Pero no podía concentrarse. El kender todavía se reía, y no tenía intenciones de parar (dioses, sí que tiene pulmones el tío xDD). Al final, consiguió ignorar las hirientes risas e hizo lo que estaba en la pizarra. Cuando terminó, se fue a su sitio, esta vez con menos chulería.

-Muy bien, Dalamar. ¡¡Pero bueno-se giró hacia Tasslehoff-, Burrfoot, ¿es que no tienes ninguna intención de dejar de reírte?!!

-Es evidente que no-dijo, entre risa y risa.

Y siguió tirado en el suelo, riéndose.

La puerta se volvió a abrir, y volvió a aparecer el chico que apareció en el primer capítulo con una silla y una mesa.

-¿Otro nuevo?-preguntó el profesor, extrañado.

-Sí, son como conejos. Cada vez hay más y más y más, y nunca podrás librarte de ellos.

(NUNCA, Raistlin, ni aunque seas un dios te librarás de los conejos...mwajajajaja).

El personaje se fue, dejando paso a una chica. Concretamente, a una kender. Media poco más de un metro y quince centímetros, tenía el cabello castaño claro recogido en...¡sí, en una coleta!, y una trenza enmarcando un lado de su cara. Los ojos eran iguales que los de Tasslehoff.

-¡¡Hola, me llamo Tasha!!-dijo, alegremente. Recorrió la clase con la mirada y la fijó en el otro kender-¿¿Tas??

-¡¡Hombre, prima!! ¡¡Cuánto tiempo!!-respondió, levantándose y corriendo hacia ella- ¿Qué haces aquí?

El profesor miraba alternativamente a uno y a otro. ¡¡Dos kenders en una misma clase!! Bastantes cosas ''desaparecieron misteriosamente'' ya el año pasado con un solo kender, imaginaos con dos lo que debe de ser...

-¡Pues que me vengo aquí a vivir! Bueno, en el colegio no, claro. Me vengo a Palanthas. ¡Tengo que contarte un montón de cosas! ¡¡Mira, mira!!-se sacó una cosa de la mochila-¿¿A que no sabes dónde lo encontré?? ¡Resulta que lo había perdido, no me lo habían robado como yo pensé! ¡Estaba en la habitación de mis padres! ¡Ya te dije en el e-mail que lo acabaría encontrando, tarde o temprano!

-¡¡Anda!! ¿Tú también tienes un I-pod?-le preguntó Tas, señalando al aparato que estaba metido en la mochila.

-Sí, me le he encontrado de camino. Alguien lo habrá extraviado. Desde luego, qué poco cuidado que tiene la gente, ¿a que sí, primo?

-Sí, son muy poco cuidadosos con sus cosas. Lo curioso es que la mayoría de objetos que la gente pierde acaban de una u otra forma en mi mochila, ¿no te pasa a ti?

-Lo tuyo es magia, sin duda-dijo Tasha, muy convencida-. Si no, no me lo explico. ¡¡Una vez me dijeron que era una ladrona!! ¿Te lo puedes creer? ¡¡Encima de que soy yo la que les guarda las cosas que ellos pierden!! ¡¡Son unos desagradecidos!!

-A mí también me ha pasado un par de veces. Como no saben a quién echar la culpa de sus descuidos...pues ven a este pobre incauto y ya ves...

-¡¡Bueno, a hablar al patio!!-exclamó el profesor.

-¡¡Vale, pues nos vamos al patio!!-exclamaron los dos kenders a la vez.

-¿Pero estamos tontos? ¡A vuestros sitios ahora mismo! Faltan solo veinte minutos para ir al patio.

-Qué arisco-susurró Tasha mientras iba hacia su pupitre.

El profesor cogió el borrador y, cuando hubo dejado medianamente limpia la pizarra, volvió a escribir otra cosa. Giró la cabeza un momento, pero no vio nada sospechoso. Juraría que había oído el pasar de un papel. Al cabo de un par de minutos, lo volvió a oír. Se dio la vuelta y miró a la clase, con el entrecejo fruncido.

-A ver, ¿quién se está pasando papelitos?

-Pues nosotros. Como no nos dejas ir al patio, hablamos por notas-contestaron Tas y Tasha a la vez.

El profesor inspiró unas cuantas veces antes de hablar de nuevo.

-Vale, a ver si os queda claro...¡¡¡¡¡ESTAMOS EN CLASEEEEEEEEEE!!!!! Dejad los cotilleos para el recreo. No lo vuelvo a repetir.

Y no lo tuvo que volver a repetir. Pero, de todos modos, ambos kenders estaban comunicándose...por señas. Nada ni nadie podía hacer callar a un kender. Menos aun a un kender con un millón de aventuras que relatar. En este caso, dos kenders.

-Bien, ¿alg...?-el profesor calló al ver cómo se comunicaban esos dos. Le salió en la cabeza una de esas gotas estilo anime-. ¿Alguien sabe hacer ésto?

Estaba claro que había optado por ignorarlos.

-¡¡Éso sé hacerlo yo!!-exclamó Caramon, levantándose.

Una vez estuvo frente la pizarra, se quedó mirando como si estuviese eso en...en...algún idioma desconocido para él.

-Juraría que había leído otra cosa-comentó al de un rato-. Ésto no sé hacerlo.

El profesor se contuvo para no lanzarle una silla a la cabeza (todo el mundo le quiere lanzar algo al pobre Caramon xD).

-Si no sabes, siéntate. No vuelvas a levantarte nunca más, nunca en lo que queda de curso, ¿vale? Y ahora, por favor, que alguien que SÍ que sepa hacerlo, que salga y lo haga.

Pero nadie salía. Había un corro rodeando unas cuantas mesas que alguien había juntado. El profesor se acercó, preguntándose que qué demonios hacían ahora. Y, en mitad de esas mesas, había un enoooooooorme tablero, con unas cuantas figurillas. Tasslehoff había lanzado un dado mientras que otro narraba alguna cosa.

-¡¡No, no!! ¡¡Eso lo tiene que hacer el mago, pedazo de inútil!! ¡¡Sal de ahí, por los dioses!! ¡¡¿Es que no ves que no puedes luchar contra un hechicero de lvl 8?!! ¡¡Pero ten cuidado con la trampa!! ¡No, maldita sea, no puedes usar el arco porque te recuerdo que te has quedado sin flechas, idiota! Tienes que hacer otra tirada. ¡Como te salga mal, el mago te mata!

-¡¡Me estás estresando!!-gritó Tas-¡¡Sé lo que tengo que hacer aunque no lo parezca!! ¡¡Cállate!!

-¡¡Te recuerdo que soy el narrador y tengo tu destino en mis manos!! ¡¡Si yo digo que te aparece un dragón de lvl 25, se acabó!! ¡¡Y ten por seguro que como me vuelvas a contestar lo haré aparecer!!

El kender se calló.

-¿Se puede saber qué estáis haciendo?

-Pues jugar, ¿a ti que te parece?-dijo Tika.

-Mira, podéis hacer lo que os dé la gana, desisto. Paso ya de vosotros y de lo que hagáis, me trae sin cuidado. Al fin y al cabo, vosotros sois los que os estáis jugando el futuro, no yo.

Nadie le hizo ni caso. Al fin y al cabo, ¿quién se lo iba a hacer? Estaban todos muy ocupados luchando contra el dragón de lvl 25 que al final apareció. El narrador no dio razones lógicas, sólo dijo ''Y ahora, os ataca un dragón de lvl 25 porque los dioses lo quieren así''.

-¿No podemos intentar hacer reír al dragón para que nos deje tranquilos?-preguntó uno.

-¿Estamos tontos? ¡¡Seguid tirando, que entre todos le acabaréis derrotando!!

Al final derrotaron al susodicho dragón que el narrador hizo aparecer ''porque los dioses lo quieren así''. Y siguieron con la partida, ignorando al profesor, que planeaba un complot contra todos ellos.

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Ajá! Aquí acaba el segundo cap. ¡¡No me echéis la culpa de que sea corto y escaso de imaginación!! La vena inspirativa aun no me funciona correctamente. Bueno, como dije en el anterior...¡¡Con menos de tres coments...NO SUBOOOOO!! Espero que os quede lo suficientemente claro^^. Wiiiii salgo yo en el ff!! xDD Si alguien quiere que le saque pues decídmelo y dadme el nombre y la descripción de vuestro personaje, ¿vale?